Armand Gamache, inspector jefe de la Sûreté de Quebec, es el principal protagonista de la novela «El largo camino a casa» (2014), de la escritora canadiense Louise Penny…

Así habría empezado, muy probablemente, la reseña de esta novela, la que Julio nunca terminó de leer. La muerte se interpuso súbitamente en su camino un domingo de septiembre de este año raro y cruel.
Julio era un lector entregado, constante, apasionado, exigente, con un gusto literario más selectivo cuanto más cultivado. Una vida de pasión por la lectura, los libros, las librerías y la novela negra. Era una persona generosa, con firmes principios y un compromiso social que mantuvo siempre. Su otra pasión, su equipo de toda la vida, el Real Madrid.
Leía a sus autores favoritos -los seguidores del blog bien sabéis cuáles eran-, pero también se dejaba sorprender buscando lo nuevo o lo desconocido para él. Leía de principio a fin todas las obras que autores y autoras noveles le enviaban para reseñar. Sus reseñas eran siempre honestas, respetuosas y constructivas. Han quedado 15 entradas sin publicar, de otras tantas novelas. Ahí estarán para la eternidad, ya que solo él podía hacerlo y ya no está.
Esta es la última entrada de Mis queridos sabuesos, la número 690, después de 10 años, la que alguien ha creído oportuno redactar como homenaje a su memoria, a pesar del dolor.
Seguirán apareciendo novelas y más novelas que él ya no podrá leer ni reseñar. Los que nos quedamos, además de llorarle, pensaremos que es una injusticia muy grande.
Quiero incluir en este pequeño homenaje unas palabras sobre Julio que la escritora Mar Aísa Poderoso publicó el pasado 18 de octubre de 2020, muy emocionantes para mí, gracias:
“Hay mañanas en las que te levantas y sin saber por qué te viene una persona a la cabeza. De repente, he sido consciente de que hacía varios días que no leía ninguna publicación de Julio De Mingo González ni aquí en Facebook, ni en su estupendo blog Mis queridos sabuesos.
Lo conocí precisamente a través del blog. Me encantaron sus artículos minuciosos, personales y siempre respetuosos. Tuve la suerte de que Julio leyera mi primera novela. Para una autora que comenzaba, que alguien que reseña a Camilleri, Donna Leon, Fred Vargas, Mankell, Rakin…se molestase en adquirir tu libro, leerlo y dedicarte un artículo fue un inmenso regalo. Siempre le agradeceré sus palabras, su cercanía y que justo hace un año, me incluyera en un precioso artículo sobre mujeres escritoras de novela negra, junto a tantas autoras que admiro. Esos pequeños gestos son los que nos hacen continuar con ilusión.
Solo puedo tener palabras de gratitud para alguien que, por encima de todo, y de forma desinteresada se ha dedicado con pasión a leer y a apoyar a los libros y a sus autores. Hoy he sabido que Julio nos dejó en septiembre. Todavía estoy perpleja. Todos los autores de novela negra estamos un poco huérfanos, porque solo un lector como Julio, amante auténtico de las historias era capaz de descubrir en sus queridos detectives sus cualidades más ocultas, sus matices y sus destellos.
Julio tenía, sin proponérselo, algo de esos sabuesos que tanto amó.
Gracias por todo Julio. Tus lectores y tus detectives te echaremos de menos.
Aquí tenéis el enlace de su blog, porque los auténticos sabuesos, los de raza, nunca mueren:
https://misqueridossabuesosblog.”
Hasta siempre, J.E.
Fdo.: Eva Iradier
Tu M.E.